Cada semana, nuestra Iglesia Torre Fuerte se reune en un tiempo especial de Ayuno y Oración, reconociendo la importancia de buscar la presencia de Dios con humildad y entrega. Cada reunión nos recuerda que el ayuno y la oración no sólo son prácticas espirituales, sino también herramientas poderosas para transformar vidas y fortalecer nuestra fe.
El ayuno, como un acto de rendición, nos ayudó a desconectarnos del mundo y a enfocarnos en lo eterno. A través de este sacrificio, aprendimos a depender completamente de Dios, entregando nuestras cargas y anhelos a Su perfecta voluntad. Por otro lado, la oración nos unió como familia en Cristo, permitiéndonos interceder unos por otros, escuchar Su voz y experimentar Su paz que sobrepasa todo entendimiento.
Juntos, clamamos por nuestra iglesia, nuestra comunidad y nuestra nación, creyendo que Dios tiene un propósito mayor para cada uno de nosotros.
Al mirar hacia el 2025, nos llenamos de gratitud por lo que Dios ha hecho en estas reuniones y renovamos nuestro compromiso de seguir buscándolo con corazones rendidos. Que cada reunión sea un recordatorio de que, cuando Su pueblo ora y ayuna, los cielos se abren y Su gloria desciende.