La honra y la gloria sean para nuestro amado Dios por el año que termina. Nos gozamos en Su amor, Su misericordia y el privilegio de servirle en cada área a la que Él nos ha llamado. Año tras año, vemos Su grandeza y bondad reflejadas en vidas transformadas.
Al mirar hacia el 2025, agradecemos a Dios de antemano por permitirnos escuchar Su voz, por la promesa de Su protección y por la certeza de que Su propósito se cumplirá en nuestra amada Iglesia Torre Fuerte.
Abrazamos el nuevo año con confianza, corazones agradecidos y expectantes, sabiendo que Dios continuará guiándonos y bendiciéndonos según Su perfecta voluntad.
Que este mensaje de gratitud resuene en nuestros corazones al cerrar el 2024 y dar inicio a un nuevo capítulo. Que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, llene cada rincón de nuestros hogares y de nuestra Iglesia.
Pra. Rose Mary de Vargas